Cual cordón umbilical que lleva vida, la carretera transoriental Amazónica Quito-Lago Agrio-Coca-Aucas, es un único conducto medular de penetración en la selva Ecuatoriana, cuando hace escasamente cuatro años se comenzara a explotar la riqueza petrolífera de la selva oriental el gobierno de Velasco Alvarado y más tarde el de Rodríguez
Lara comprendió la importantísima misión que esta arteria petrolera iba a representar para el futuro de la nación.
Trazado paralelamente al pipe-line Esmeraldas-Lago Agrio-Coca y Aucas, en construcción este vector de pujanza civilizadora, en principio destinado a servir los intereses de las grandes Compañías Texaco-Gulf, sería posteriormente un conductor de riqueza y de desgracia.
Sin duda alguna, se puede afirmar rotundamente que la breve e intensa historia del petróleo ecuatoriano comienza en un punto de esta carretera desarrollándose a lo largo de toda su extensión.
Hoy, la problemática que el gobierno ecuatoriano tiene planteada con su política petrolera, hacen que el tema de la transoriental y el del petróleo reúnan una actualidad de interés histórico.
Se puede decir que hasta 1971 el Ecuador es un productor de bananas de primerísima fila, cuando su exportación le produce 105 millones de dólares: mas de la mitad de sus ingresos por exportaciones.
En 1971 comienza la política exportadora de petróleo del gobierno, alcanzando éste pasado Agosto la fabulosa cantidad de 210.000 b/d, calculándose que el Estado ingresará 700 millones de dólares, es decir, más de tres veces el total de las exportaciones de escasamente hace tres años. Con un déficit comercial en 1972 de 43 millones de $, Ecuador ha pasado a un superávit de 81 millones de $ el año pasado, y creo que la elocuencia de estas cifras nos releva todo comentario al respecto.
Para este año 1974 se ha calculado un superávit de 400 millones de $, lo que supone una auténtica lluvia de riqueza para el país y un problema para el Gobierno, dada la incapacidad estructural de la Economía para absorber tan considerables ingresos.
Quizá este problema haya sido el que ha inducido al actual Gobierno de Rodríguez Lara a seguir una política más conservadora y prudente, chocando con la desmedida avidez del consorcio Texaco-Gulf.
Ya sea exclusivamente por esta causa o por otras, el hecho es concluyente: en Abril de este año el Estado impuso un tope de producción de 250.000 b/d, llegando aún más lejos en Agosto, con el límite susodicho de 210.000 b/d.
Los temores del Gobierno son bien fundados, pues si bien se calculó en un principio un total de 5.000 millones de barriles de reservas en la selva oriental amazónica, parece que las reservas confirmadas no superan los 1.800 millones.
Los problemas que se presentan a las Compañías no terminan aquí, pues a pesar del contrato por 20 años firmado por Texaco-Gulf y el Gobierno, en el que se daba una opción al Estado para adquirir el 25% de las operaciones del consorcio en 1977, a finales de mayo último el Gobierno decidió unilateralmente tomar su parte del 25% señalando además que ya había pagado 25 millones de dólares a cuenta de su participación en los medios de producción y transporte de Texaco-Gulf, señalando que la cifra definitiva de compensación se fijaría después de que un grupo internacional de contables terminara la valoración del activo, estudio que en estos días se está ultimando.
Las disquisiciones entre el Estado y las Compañías continúan a partir del problema presentado con la Cayman Corp. Esta compañía solicitó un permiso al Gobierno para realizar un pipe-line de 70 millas que enlazara la zona de su concesión de 827.000 acres en la selva oriental Ecuatoriana con el pipe-line Orito-Tumaco de 100.000 b/d de la vecina Colombia.
El Gobierno rechazó este permiso, pensando quizás que iba a perder el control de las exportaciones de Cayman y sugiriendo a la citada Compañía que utilizara el pipe-line de Texaco-Gulf, cosa virtualmente imposible, ya que la tubería estaba funcionando a pleno rendimiento.
Así Cayman ha estado inactiva durante dos años, hasta que la reducción impuesta en la producción por el Gobierno al "pool" Texaco-Gulf, ha permitido que utilice 40.000 b/d de capacidad sobrante en el pipe.
Próximamente Cayman comenzará a construir una tubería de 50 millas con un coste de 15 millones de dólares para enlazar sus campos de producción con el oleoducto principal y a poner en producción 20 ó 40 pozos en el próximo año.
La política revolucionaria y nacionalista del Gobierno ha dado, sin embargo, un control total sobre la producción del petróleo, riqueza fundamental y principal fuente de ingresos para el país.
De todas maneras, y a pesar de las cantidades ingresadas en la Tesorería Nacional, es difícil observar un reflejo en la infraestructura y en los servicios del país.
Con una extensión total de 318 millas, el oleoducto oriental nace en los campos petrolíferos de la selva y atraviesa los Andes terminando en "El Balao", cerca de Esmeraldas.
A lo largo de este pipe-line se ha construido la carretera transoriental amazónica, que es indudablemente la única arteria de penetración a la selva amazónica en el Ecuador.
A través de esta médula de acceso se ha ido extendiendo la presencia de colonos, militares y aventureros, que en su desmedido afán de enriquecerse han ido terminando con la fauna y acabando con las distintas culturas de la zona.
La incansable actividad que a lo largo de la carretera se está desarrollando en estos días, recuerda muchas veces a la "Ruee" de buscadores de oro y aventureros de la colonización de Alaska tan difundida a través de los telefilms.
En su ávido caminar hacia el oriente y el sur, la colonización de la selva está terminando estos días con culturas tan importantes como lo hayan podido ser las de los sionas, secoyas, cofanes, tetetes y aucas.
A lo largo del río Aguarico, importante afluente del Napo, hemos podido asistir á la prostitución de varios poblados y concretamente los de los Cofanes de Dureno y los Sionas de Shusufundi.
Los contactos de la cultura occidental en esta zona se han desarrollado primeramente a través de los aventureros y traficantes que, engañando a los elementos autóctonos, han ido adulterando y prostituyendo su sociedad.
Posteriormente, el choque ha sido aún más brutal desde la implantación de las compañías en la zona y a lo largo del río existen ya dos o tres compañías constructoras de carreteras, estableciendo radiales que se unirán con la transoriental. Como se podrá comprender, el contacto acaecido en estas culturas ha sido brutal e incluso violento.
Hemos contemplado escenas verdaderamente horrorosas en las que los indios Cofanes eran emborrachados con aguardiente para así ser más fácilmente engañados en la compra de sus collares de plumas, adornos y pieles entre otras aberraciones.