"Pues esos salvajes, a quienes basta con visitar para volver purificado, esas cumbres heladas, esas grutas y esas selvas profundas, templos de altas y aprovechables revelaciones, son, de diferente manera, los enemigos de una sociedad que representa para sí misma la comedia de ennoblecerlos en el momento en que termina de suprimirlos pero que sólo experimenta hacia ellos espanto y repugnancia cuando son sus adversarios verdaderos. Pobre presa cazada en las trampas de la civilización mecánica. ¡Oh, salvajes de la selva amazónica!, ¡tiernas e impotentes víctimas!; puedo resignarme a comprender el destino que os anonada, pero de ninguna manera a ser engañado por esta brujería más mezquina que la vuestra, que ante un público ávido enarbola álbunes en kodachchrome en reemplazo de vuestras máscaras destruidas. ¿Cree acaso éste que con ellos conseguirá apropiarse de vuestros encantos? No satisfecho aún, y ni siquiera consciente de aboliros, necesita saciar febrilmente con vuestras sombras el canibalismo nostálgico de una historia a la cual ya habéis sucumbido."
Corría 1954 cuando Claude Levi Strauss, el conocido filósofo y antropólogo padre del estructuralismo escribió estas palabras en su gran obra Tristes Trópicos y todavía entonces quedaban muchas tribus en el mundo que podían haber sido salvadas de la destrucción, el genocidio o la masacre. Pero desgraciadamente desde 1954 hasta hoy, 32 años después, han desaparecido ya completa mente más de 80 tribus, 80 culturas que nunca más volveríamos a conocer si no fuera por los relatos de los historiadores del pasado. Desde Lope de Aguirre, Orellana o Almagro hasta Humboldt o Raleigh cientos de tribus y culturas han acabado ya para siempre aniquiladas por el hombre moderno. Con ellas se han perdido para siempre ciencias de la farmacopea, la medicina natural, y las claves que el hombre occidental está hoy buscando para vivir más integrado en el planeta azul que es la Tierra.
Cuando los "hombres invisibles" de la película "La Selva Esmeralda" de, Boorman, hablaban de que "el mundo se estaba haciendo cada vez mas pequeño" tenían razón. Efectivamente los, "hombres termitas", los “caribas”, blancos occidentales son los únicos que comen la selva y los bosques destrozando el hábitat en una absurda y en la mayor parte de las veces ruinosa aventura económica.
En las profundidades de la selva amazónica se han hundido los mayores proyectos de la historia. Como en el rió Jari, en el que el multimillonario y legendario armador norteamericano Ludwig, invirtió más de 1 billón de dólares para la implantación de industrias papeleras, "fazendas" de ganado y megalománicos proyectos de agricultura. Hoy en día el proyecto ha quebrado y el Gobierno ha tenido que nacionalizar gran parte de las industrias, muchas de ellas traídas, a través del mar desde el Japón, como la enorme planta de papel que los remolcadores del grupo Crowley Maritime subiera rió Jari arriba desde el Pacífico en una travesía emulable a la de los conquistadores.
Pero a pesar de este fracaso nadie se acuerda del precio pagado para conseguir tan poco y perder tanto. Miles de indios hasta entonces no contactados por el mundo exterior acabaron sus vidas por las epidemias, de los blancos o por el genocidio directo.
Este genocidio y la destrucción del habitat de las tribus, las selvas, las junglas y bosques del mundo, son el objeto de este artículo, porque más de la mitad de las selvas del mundo entero han desaparecido, perdiéndose para siempre. Las consecuencias de esta salvaje deforestación del hombre moderno son terribles en el equilibrio ecológico del planeta. Cambios climáticos, erosiones gigantescas, enormes lluvias e inundaciones en pueblos de Asia y América, o avidez pobreza y sequía en Amazonia donde antes había riqueza y vida.
Durante los próximos años, menos de los que vamos a vivir, no más, los que estamos leyendo este artículo, podemos salvar este holocausto, si no tomamos ninguna acción posiblemente sufriremos sus consecuencias. La interacción y la protección de los bosques y selvas del mundo conlleva la protección y el derecho a la vida de los seculares habitantes de estas selvas; acabando con ellos, como hasta ahora el hombre ha hecho, acaba también con el habitat y la selva que protege a sus pobladores.
Hace solo unos pocos meses el prestigioso periódico inglés “The Observer”en colaboración con la organización EARTH LIVE dedicaba un número especial dominical algunos datos, sobre las selvas.
En el minuto en el que el lector está leyendo esta página se están destruyendo cincuenta hectáreas de selva tropical. Cada, minuto del día, la tala, quema y los buldózeres continúan destrozando la selva. Más de la mitad de las especies animales que pueblan el planeta dependen de esta selva. Cada una dé ellas que muere con los árboles, representa un tesoro de subsistencia y de saber que podía enriquecer enormemente a la humanidad. Cultivos nuevos que podrían paliar el hambre en el mundo, derivados de hierbas medicinales, que podrían curar el cáncer, desaparecen hoy para siempre por la ignorancia y la avidez del hombre moderno quien, acabando con las tribus y con las selvas donde ellas viven, están comenzando un holocausto biológico de imprevisibles consecuencias. Algunos datos nos harán centrar el problema. En Amazonia se produce un quinto de todo el agua dulce del planeta; el rió Amazonas, tiene mas de 10.000 afluentes, muchos de los cuales todavía no se conocen ni sus nombres ni su extensión o nacimientos. Amazonia representa ella sola una tercera parte, toda la selva que todavía queda en la Tierra, sin embargo, esa cifra esta disminuyendo cada minuto que pasa con la deforestación indiscriminada que está teniendo lugar. Las selvas del mundo representan sólo un siete por ciento de la superficie total de planeta, pero en su interior se contienen, mas de la mitad de las especies vivas del planeta.
Solamente la Isla de Madagascar, por ejemplo, contienen 5 veces mas especies de árboles que todo Norteamérica y el Estado de Ecuador tiene mas especies vegetales que toda Europa que es 31 veces mayor. A mayor abundamiento para comprobar la riqueza vegetal de muchas zonas tropicales, diremos que el volcán Makiling, en Filipina, tiene 2 veces el número de especies de todos los Estados Unidos de América. 5 kilómetros cuadrados de selva en Amazonia contienen más de 150 especies de flores diferentes, la mayor parte de ellas desconocidas todavía por la botánica; 750 especies diferentes de árboles, 400 especies distintas de pájaros; 150 tipos diferentes de mariposas; 100 reptiles de distintas familias y más 60 especies de animales anfibios. El número de insectos que viven en esos 5 Km es tan inmenso que todavía nadie ha podido catalogarlos todos, y un dato significativo lo dá la Academia de Ciencias de Estados Unidos, que se señala la cifra de 42.000 especies de insectos distintos viviendo en esa superficie aproximada de terreno. Todo esto nos da una idea de la enorme riqueza y variedad de la selva, pero paradójicamente esta riqueza y exuberancia vegetal desaparece completamente cuando se cortan los árboles, terminando con un complejo sistema de interdepencia vegetal y animal. Entonces el suelo se desertiza y todo el equilibrio ecológico desaparece terminando con la erosión en el curso solo de muy pocos años, pues solo el 2 por ciento de la luz del sol llega normalmente a la base de la tierra, el resto se filtra en las diferentes alturas desde los 5 metros de altura hasta los 40 metros de las copas de los grandes árboles.
Probablemente aquí se halla el secreto de todo el sistema, pues en la base se encuentra una película de 3 ó 4 centímetros de grosor integrada por las hojas en descomposición y por todos los microorganismos que asimilan al sistema de la selva todo lo que cae desde la copa de los árboles, descomponiéndose y reciclándose de nuevo, separándose todos los elementos nutrientes que son absorbidos por las raíces de los árboles que se retuercen por el suelo en su busca.
El hombre llegó relativamente tarde a las selvas. En África se calcula que fue hace 3.000 años, cuando el templo de Jerusalén estaba edificándose. En América parece que fue hace 10. 000 años, cuando a través del estrecho de Bering el hombre comenzó a bajar hasta Amazonia. Sin embargo, en e1 sudeste asiático y en las islas del Pacífico, la presencia del hombre en las selvas se remonta quizás a 40.000 años.
A través del hombre, de las culturas selvicolas, podríamos si fuéramos inteligentes encontrar el equilibrio ambiental y la clave para la curación de muchas de las dolencias que aquejan al hombre moderno. Por ejemplo:
1º Los indios "yanomanos", a los que se esta, en proceso de intentar aniquilar directamente, como veremos mas adelante, cultivan muchas especies de lianas con fuertes poderes alucinógenos, que están siendo estudiados por la farmacopea occidental con asombrosos resultados en los tratamientos del stress y la esquizofrenia
2º Los pigmeos "baca" del África austral cuidan mucho la corteza del árbol "Ngele", que hoy en día está siendo estudiada en la Universidad de Strathclyde por sus condiciones estrógenas y hormonales, así como por sus propiedades anaevolutivas
3º Muchas tribus amazónicas emplean el "curare" para cazar sigilosamente sin ser advertidos por los animales, y durante muchos años se ha investigado sobre este veneno; finalmente en 1.935 el doctor Ilarold King pudo aislar la turbocuranina que hoy en día se emplea en anestesia local y como remedio para la esclerosis múltiple y la enfermedad de Parkingson, permitiendose dosis mas reducidas de las que antes se utilizaban. Sintetizado por la industria farmacológica, el cloruro de turbocuranina ha permitido descubrir nuestros ingredientes como relajantes musculares que ayudan efectivamente a la medicina moderna.
4º Los indios "kayapos" en el Brasil central, recolectan fruta de mas de 250 árboles distintos, la mayor parte de los cuales son desconocidos para la botánica actual. Muchos de estos frutos tienen propiedades desconocidas por nosotros. Los curanderos del Sudeste asiático recolectan mas de 6.500 hierbas diferentes para el ejercicio de su actividad
5º Sólo hace 2 años unos científicos preguntaron a los indios "chacobao", del noroeste de Bolivia, que árboles utilizaban solamente en 2 hectáreas de terreno. Los indios dijeron los nombres de 649 especies que utilizaban para distintos tipos de usos industriales como maderas finas, maderas para construcción, para instrumentos, para obtener comida o medicina distintas, para satisfacer sus necesidades vitales. En ese mismo espacio, 2 hectáreas, el hombre blanco sólo utilizaba una especie vegetal, la seringa, el caucho, fuente de tantas y tantas matanzas de indios, en los primeros años del siglo. Cuando acabó el "boom" del caucho en Amazonia, Manous languideció y sus multimillonarios "seringeiros" volvieron a Europa. Pero todo el mundo se olvidó que el cultivo del caucho, que sólo duró 10 años acabo para siempre con mas de 70 culturas diferentes matando a cientos de miles de indios y destrozando millones de hectáreas de selva.
6º El Instituto Nacional del Cáncer en Estados Unidos ha identificado ya 2.000 plantas de la selva tropical con posibilidades de combatir el cáncer. Mientras la selva se está talando, con ella, mueren las esperanzas de seguir investigando hasta encontrar alguna especie que puedan mejorar estos problemas.
7º No nos olvidemos de la " Quinina" con la que se puede curar la malaria y que procede de un árbol sudamericano. EL estudio del armadillo, pequeño animal de la selva, está permitiendo la investigación médica con resultados sorprendentes en el tratamiento de la lepra.
8º El hombre moderno que sufre hipertensión, consigue dulcificarla con la raíz de una planta amazónica y el ”yam" nos ha dado la píldora contraconceptiva, ya utilizada por las culturas selváticas desde hace mas de 3.000 años.
9º En estos momentos las drogas que se sintetizan de la selva están moviendo 40 billones de dólares y las plantas desconocidas, que el hombre moderno está destrozando, suponen 5 veces esa cifra si es que impidiéramos su destrozo.
10º Científicos japoneses están investigando sobre una planta que existe en Paraguay y que produce una sustancia sin calorías 30 veces mas dulce que el azúcar.
11º Mientras tanto, hay investigadores norteamericanos estudiando una fruta en el Mangosterio que dicen puede ser la fruta mas completa del mundo
12º En las islas Camamuro se ha descubierto un café completamente libre de cafeína, su comercialización podría suponer grandes beneficios
13º Las selvas son grandes reservas de genes que pueden rescatar de las plagas los cultivos de la actualidad. Recientemente se ha descubierto en una selva de México un tipo de cereal que puede ser utilizado comercialmente y que los indios del lugar lo emplean para su subsistencia. Los rendimientos de este cereal son 5 veces superiores al trigo
Cada día usamos productos de la selva, desde el chicle que procede de un árbol, hasta las flores del árbol "ylanganglan" en los perfumes, estamos consumiendo la selva. Los aceites vegetales de los bosques y selvas tropicales están ya reemplazando al petróleo en las industrias sintéticas. El aceite de palma, se usa para las barras de labios y helados, pero son muy pocas; las investigaciones científicas que se han hecho de cualquiera de las 28.000 especies de palmeras que se conocen y están desapareciendo. Se calcula que solo un 1% de las especies que pueblan las selvas se han estudiado detenidamente para ver su potencial.
Se calculan 3 millones de especies anímales poblando la Tierra de los que sólo algunos miles han sido detenidamente estudiados. Todas estas especies animales y vegetales forman el equilibrio del Planeta Azul; conocerlas, investigarlas científicamente podría ayudarnos a resolver enormes problemas de alimentación de salud y de desarrollo que el ser humano tiene planteado en 1988, en los albores del año 2.000. Sin embargo. estamos destruyendo esa enorme biblioteca de saber que la naturaleza nos ofrece. Solamente hemos leído algunos libros de toda esta inmensa biblioteca y lo que es peor, hemos acabado ya completamente con muchos de los bibliotecarios que podían leer esos textos. Los indios, las culturas selvícolas han custodiado durante siglos esta fuente del saber y los estamos matando. El conocimiento de todas las hierbas, por ejemplo, se transmite de padres a hijos entre los "shamanes" locales. Hoy ya, los últimos Shamanes mueren llevándose a la tumba las claves que podrían descifrar un enorme secreto para la humanidad. Y, lo que es todavía peor, esa destrucción se justifica sólo por un producto: madera.. Se destrozan millones de hectáreas para encontrar árboles aislados que crecen en equilibrio, unos distanciados de los otros. Muchas veces, cuando se han querido transplantar y cultivar industrialmente, el fracaso más rotundo ha mostrado una vez mas la enorme fuerza de la naturaleza.
Lo podemos ver en las pérdidas cuantiosas del armador norteamericano Ludwig, que como ya dijimos al principio, perdió 1 billón de dolares en el río Jari en Amazonas, quemados en la selva como cualquier otra bacteria que se sumase al enorme y lujurioso ciclo vital de creación-destrucción del Amazonas, pero en medio de esta destrucción del ambiente está la destrucción de los indios que viven en la selva, y por eso, en Enero de 1985 los indios "kadivew" se levantaron en son de guerra pintados de "genipapo" y armados de sus flechas y bodogueras. La invasión de los "garimpeiros" en sus territorio les hacía defenderse, pero una vez mas, los "garimpeiros" armados de tretas arteras y de poderosas armas intentaban arrasar el territorio, esta vez en busca de oro. Todavía hoy, están negociando las asociaciones indígenas con los intereses de los "garimpeiros.
Ese genocidio no es una fábula novelada, ni un relato de película, como la de Boorman, sino que existió siempre y existe hoy. Solamente el 14 de Febrero de 1984 un ejército de 3.000 hombres se disponen a embarcar en las avionetas privadas del rico y acaudalado garimpeiro "Altino Machado” para volar hacia la Sierra de los Surocus en el Norte de Brasil. El propósito de esta expedición esta muy claro: aniquilar a todas aldeas yanomanos que molestan las concesiones de oro y diamantes de varios importantes grupos del interior. Survival International, alertada comenzaba una campaña internacional y la rapidez y eficacia, esta vez de la Fuerza Aérea Brasileña, consigue detener las primeras avionetas y encarcelar a los primeros 60 hombres que, armados hasta los dientes, intentan entrar en el territorio yanomano
Detrás de todo esto, esta, la presión de todos; los pocos Lobbies indigenistas en el gobierno brasileño y en los medios dc U.S.A. y Europa, con el fin de que se delimite un parque nacional que prohíba el acceso a los no indios en la zona donde viven los yanomanos.
En Enero de 1985 el proyecto de ley (1817/E) es enviado al congreso del Brasil, pero todavía hoy no se sabe cuales son los límites de este Parque Nacional con lo que los yanomanos siguen en peligro. Las presiones de los mineros hacen muy dudoso que se delimite un parque que proteja a la gran Nación de los yanomanos.
Pero el ejemplo de los yanomanos, por cierto, uno de los mayores grupos de indígenas amazónicos (17.000 dispersados en la selva Venezolana y Brasileña) no es el más acuciante; los Kren Akarore, los gigantes blancos uno de los grupos descubiertos al trazar la famosa transamazónica, es uno de los múltiples ejemplos de tribus que ha desaparecido ya como etnia, quedando solo siete u ocho individuos. Los indios Barasana sólo son ya 300 individuos, y de los famosos Guaranies, conocidos como Aucos ya sólo quedan sesenta u ochenta individuos diseminados en bandos erráticos en la selva. El resto de la tribu está ya en contacto con las misiones capuchinas gracias a la favorable gestión del conocido misionero e indigenista vasco Alejandro Labaca, hoy obispo en la selva Ecuatoriana.
"El mejor indio es el indio muerto” decía hace muy pocos años el presidente de una agencia gubernamental amazónica destinada, en teoría a defender las tierras de los indios. Lo que sucedía en realidad era que sus funcionarios especulaban con las tierras de las tribus, permitiendo que compañías de "fazendeiros" y “garimpeiros", así como grandes multinacionales registraran esas tierras para no perder ningún derecho sobre las riquezas que pudiera haber en ellas. El legendario Mariscal Rondin, que creó el servicio S.P.J. (Servicio de Protección a los Indios) nunca pudo pensar en la corrupción que acabó con ese cuerpo pocos años mas tarde de crearse.
Desgraciadamente, el problema de la demarcación de las tierras de los Indios y el registro a su nombre en los registros de la propiedad nacionales son la lucha central que tienen los últimos indios amazónicos. En algunos países, como en Brasil existe un Estatuto de Indio, hoy completamente olvidado.
Cuando Cabral llegó al Brasil y Orellana, "el tuerto", navegaba con sus "marañones" por el Solimöes, otro de los nombres del Marañon o Amazonas, se calcula que había cuatro millones de indios amazónicos. Hoy solo quedan ciento veinte mil indios en las cuencas amazónicas que intentan escaparse en bandas aisladas al ataque sistemático y aniquilador de los intereses comerciales del hombre blanco. Un total de trescientas tribus, culturas distintas, con su sistema familiar y su estructura social particular, diferenciados por su idioma, creencias y muchas veces cultura material, integran a estos últimos desheredados de la historia. Muchas de estas tribus son de unos puñados de seres asustados y perseguidos que escapan como pueden del azuzamiento y demarcación progresiva que el blanco ejerce sobre ellos.
Aquellos que luchan por ellos, que defienden su causa también son asesinados o en el mejor de los casos "desaparecidos" en la profundidad inexplorada de las selvas, y si no que les pregunten a los propietarios del rancho de López Adentro en Colombia, cuando después de la masacre de indios realizada en 1984, la campaña internacional que Survival International realizó, hizo que las protestas llegaran hasta el Presidente de la República. El 9 de Noviembre de 1984 más de mil fuerzas paramilitares incendiaron y destrozaron las aldeas y puestos misionales. Al día siguiente Álvaro Ulcué,. indio Páez y sacerdote fue asesinado por la espalda. Nacido en 1943 y ordenado sacerdote a los treinta años, era asimismo un antropólogo cualificado y un luchador por los derechos de los indios del distrito de COUCA de Colombia. Tres días después de su muerte,otro indio Páez colombiano, también líder del movimiento de defensa de los derechos de los indios del mismo distrito era asesinado. Este es uno de los muchos casos que están sucediendo hoy en día en las luchas de los grupos tribales y sus defensores.
Gracias a Dios que esto no sucedió con Mario Juruna, indio txuramal, una de las tribus mas aguerridas del Amazonas a quien el autor de estas líneas pudo visitar en su aldea del Alto Xingú, hoy Parque Nacional del Xingú. Mario Juruna, que sigue llevando su larga cabellera y orejas oradadas, como es costumbre en su tribu, se ha convertido en un personaje importante en Brasil y como miembro del Parlamento tiene inmunidad parlamentaria. Eso no le impide insultar al hombre blanco siempre que lo considera necesario porque todavía los indios no comprenden las mentiras de los blancos, y por eso Mario Juruna lleva siempre consigo una cinta magnetofónica que le permite probar las falsas promesas que los blancos realizan cuando los gobernantes locales o nacionales tienen que hacer concesiones antes las campañas internacionales. Mario Juruna grita en el Parlamento y pone su "cinta", tesoro incalculable para localizar al mentiroso, dice él, para demostrar como ninguna de las promesas del hombre blanco se cumple y los derechos de los indios siguen pisoteados por el blanco.
Hoy los movimientos indigenistas comienzan tímidamente a luchar en la esfera política y como ejemplo diremos que los Kaingkang, tribu hasta hace poco desconocida y muy temida por su ferocidad, invadieron la oficina del presidente de FUNAI, el 18 de marzo de 1985 (la Fundacao National do Indio del Brasil). Desgraciadamente y como sucede en estos casos los ocho jefes Kainkang, armados de sus arcos y flechas y pintados de guerra, fueron apaleados por la policía y expulsados otra vez a su poblado. Todas sus peticiones de devolución de sus tierras fueron desestimadas y hoy viven en el chabolismo de las grandes metrópolis, sus mujeres prostituidas y utilizadas por los trabajadores de las compañías, como sucede en la ya comentada película "La Selva Esmeralda". Las tribus "cushmas", sionas, secoyas y cofanes, afincadas en las riberas del río Shusufundi, al norte del Napo, en Ecuador, vieron sus territorios atacados por las compañías petrolíferas y hoy sus mujeres son prostitutas locales y ya en el año 1974 denunciamos este hecho sin que nadie pudiera hacer nada por ello. Hoy las compañías inglesas y alemanas se han adjudicado enormes concesiones para realizar, plantaciones de aceite de palma.
Las bandas aisladas que todavía se defienden por los armas del hombre blanco son muchas veces desconocidas. En el año 1970 la FUNAI brasileña intentó pacificar a los primeros "karubos" divisados a través de reyertas con trabajadores y colonos que invadían sus tierras en el río Javari. En cada intento de pacificación un empleado de FUNAI, "sertanista", como se les conoce, murió a flechazos. En 1975, cuando los proyectos para la construcción de una carretera que iba a cruzar el territorio "karubo" fueron abandonados, FUNAI abandonó sus intentos de pacificación indígena. En 1982 se intentó de nuevo el contacto con el precio del varios muertos entre los blancos. Se estudió la creación de un parque nacional que protegiera a los indios pero las distintas presiones comerciales que tuvo FUNAI impidieron la creación de este parque. En 1983 se estacionan trescientos trabajadores de la compañía francesa Compagnie General Geographique que realizan sondeos para una multinacional francesa del petróleo. Durante estos años ha habido muchas muertes entre los indios causadas por ametrallamientos desde el aire. Los indio han ido abandonando sus territorios y quemando sus chozas como parte de sus ritos funerarios, los últimos 300 "yorubos" diseminados en grupos de 60 esperan hoy asustados la última masacre a que se verán sometidos pues desde hace 400 años hasta hoy solo han visto como "las fronteras del mundo", como en la película "La Selva Esmeralda", se iban estrechando más y más.
Sin embargo, algunas tribus han tenido más suerte que otras y gracias a las Organizaciones de misiones que les han protegido han podido registrar sus territorios y por tanto ser dueños de ellos. Esto sucede, por ejemplo, mayoritariamente en la Federación de centros Shuar tribus antes famosas por su nombre popular de Jivaros o reductores de cabezas. Los últimos Jívaros no aculturados, los "Achura", que viven en las riberas del río Wichimi y del río Makuna en la frontera de Perú y Ecuador, viven en un estado de paz aparente, pero esto sólo se debe a que todavía no se han descubiertos riquezas en el subsuelo. Sin embargo esta paz aparente se acaba ya con la concesión por parte del Gobierno de territorio indígena a compañías multinacionales que explotarán aceite de palma. Estas concesiones son inconstitucionales e ilegales, ya que estas concesiones se han realizado dentro de territorio legalmente registrado a nombre de asociaciones indígenas. Ya hoy poca gente cree en la agricultura a gran escala en la Amazonia. El método de "tala y quema" utilizado por prácticamente todas las culturas de la zona demuestra que una vez caídos y talados los árboles se pierde el equilibrio ecológico del sistema y el fungus rico en proteínas que permite el crecimiento lujurioso de la vegetación desaparece y son muy pocas las culturas que sobreviven cuando se tala la selva, por lo que de hecho la tierra es agriculturalmente muy pobre y es por ello que ha habido grades fracasos en enormes proyectos gubernamentales y privados.
>Desde la Condomina hasta Humbolt en sus estudios de la cuenca amazónica, todos los biólogos y ecólogos dicen que debe preservarse la riqueza forestal que convierte a las 21.000 Km. de los ríos y selvas del sistema amazónico en el pulmón del mundo. Sin embargo la enorme avidez y especulación del hombre blanco hace que no se escuchen los consejos de las organizaciones internacionales como la FAO, que señala que se debe proteger el Amazonas.
Los enormes intereses que hay en juego se ven claramente cuando, por ejemplo, se nombra a Da Fonseca como presidente de la Fundacao Nacional do Indio en el Brasil. Su nombramiento, sin embargo, es forzado por las circunstancias en Junio de 1984, al terminar un largo conflicto, entre los indios Txuramaues del Parque Nacional del Xingú. Este parque fue creado por Orlando, Leonardo y Claudio Villasboas, grandes defensores de los indios en Brasil; sin embargo las entradas masivas de colonos y las expropiaciones en las tierras de las 12 tribus que viven en el parque llegan a su punto culminante y los Txuramues secuestran a nueve oficiales del FUNAI en el puesto sertonista "Posta Leonardo". (llamado así por el hermano Villasmoas fallecido), se produce una gran tensión internacional y algunas muertes entre blancos e indios consiguiendo los indios cambiar al presidente dc FUNAI y nombrar a Da Fonseca. Da Fonseca, que es un abogado de 44 años defiende los derechos de los indios durante pocos meses, solo cuatro. Al cabo del quinto mes es expulsado del cuerpo por defender a los indios y es sustituido por Nelson Marabuto, exjefe de la policía federal y quien no cuenta con ninguna experiencia indigenista. Se puede ver así como una agencia gubernamental que en teoría debe defender a los indios es, de hecho, utilizada precisamente en su contra debido a los poderosos "lobbies" comerciales. Da Fonseca tiene que dimitir obligado a ejecutar el decreto numero 88985 firmado por el presidente Figaredo en 1983. Este decreto, aunque inconstitucional, permite las concesiones mineras en territorio indio antes de las elecciones. Una vez firmado el decreto cientos de solicitudes de compañías se apiñan solicitando permisos de explotación en zona indígena. Estos permisos acabarán con las últimas trescientas tribus que hoy sobreviven en Amazonia.
Otro caso de injusticia legal es el proyecto de ley 3941 que prohíbe la presencia de misioneros y antropólogos en territorio indígena. A través de este proyecto se pretende evitar que los defensores de los indios puedan estar presentes y ser testigos de masacres y "relocaciones" de tribus que en el mejor de los casos se puede pretender La organización católica proindio CIMI ha denunciado públicamente que FUNAI ya no representa los intereses de los indios, sino a los de sus enemigos.
Desde 1982 hasta estos días, FUNAI viene decreciendo su importancia ante las dimisiones de sus funcionarios más cualificados y honrados, antropólogos y sertonistas que luchan por la defensa de los indios se ven obligados a abandonar la organizaci6n como le sucede a Da Fonseca. El último golpe para evitar FUNAI pueda defender a los indios se consigue por parte de las presiones; mineras a través del decreto presidencial nº 88.118, por el que se prohíbe que FUNAI pueda demarcar y registrar tierras en nombre de grupos indígenas. Por tanto esta agencia gubernamental será ya completamente desarmada en su posible defensa de los intereses de los indios brasileños. Hoy, con los cambios políticos del Brasil, surge de nuevo la esperanza en los movimientos indígenas brasileños porque se acaba de nombrar a Álvaro Villas Boas, perteneciente a la carismática familia de defensores de los indios, como nuevo presidente de FUNAI.
Sin embargo, allí arriba, en el territorio de Roraima, en lo mas profundo de la "selva esmeralda" donde moran los yanomanos existen importantes yacimientos de oro y estaño y ya hay más de 200 concesiones otorgadas a otras tantas compañías de "garimpeiros" que pronto invadirán la selva matando a la última gran nación de los hombres libres yanomanos. Los poderosos mineros que quieren invadir esta zona presionan a los débiles grupos pro indígenas que pretenden delimitar y demarcar su parte y, en medio de ellos, el nuevo presidente de la agencia gubernamental de defensa de los indios -FUNAI-, bien poco puede hacer, ahora que el presidente de la República le quitó los poderes de registrar tierra en nombre de los indios para crear zonas de reserva, como sucede en algunos lugares de los Estados Unidos.
Por otra parte, la ley brasileña señala que los indios; son relativamente incapaces ante la ley y deben ser tratados como menores de edad. Su representación legal la ostenta FUNAI en cuyo nombre antes se registraban algunas tierras. Hoy, con una FUNAI desacreditada y corrupta, con una FUNAI sin poderes para registrar y defender derechos, de la propiedad de la tierra, bien poco pueden hacer las buenas intenciones y el carisma indigenista del nuevo presidente Villas Boas. El futuro de los indios del Brasil esta ya cerca, posiblemente cuatro o cinco años para que desaparezcan definitivamente los últimos 120.000 hombre felices o, como Russeau les llamaba, "Le beau savage".
Desde hace diez años una organización internacional con oficinas en 5 países, entre ellos España, lucha por defender los derechos de las tribus en todo el mundo y asimismo en Amazonia. La labor de SURVIVAL INTERNATlONAI. ha sido, entre otras, la de luchar por denunciar la invasión de las tierras de los indios Sikuni, amenazada por los rancheros locales, luchar por la injusticia y asesinatos contra los lideres indios Páez y Guanbiones, realizar campañas internacionales para defender las tierras de los Kuoni, denunciar públicamente las violaciones de los derechos humanos y la vida en el Parque Nacional de Manu, en la selva peruana, presionar al Banco Mundial en el grandioso proyecto de Polo Noroeste en el que 8000 indios de 32 tribus distintas han sido expoliados de sus tierras ancestrales y están comenzando a ser diezmados y organizar campañas para que los Pataxo-ha-ha-hai puedan eventualmente recuperar sus tierras robadas por rancheros del Brasil.
Estos son sólo algunos de los ejemplos en los que la organización pretende defender los derechos de los indios de tribus tan distintas como los Amuesha del Perú o los Waimiri-Atroari del proyecto de las Minas Carayás, por cierto, otra tribu ya desaparecida por la antropofagia comercial de los intereses mayoritarios. Apinayés, Kangang, Ayorcos, Korubos, Yanomanos, Síonas, Secaras, Cofanes, Jívaros, Waoronis, Piaroas, son nombres de culturas tribales de indios que mañana, sólo dentro de tres o cuatro años, no existirán más.
Si la civilización occidental, alertada por estas campañas internacionales, no hace nada por evitarlo, todas estas tribus desaparecerán terminando con ello su cultura, su ciencia y, en definitiva, otro sistema de pensamiento que podría enriquecer a la humanidad.
La Amazonia necesitó 50 millones de años para formarse y ahora en los últimos 20 años, hemos conseguido comenzar a terminar con sus habitantes y dentro de poco terminaremos con su equilibrio ecológico. Algunos ejemplos de esto se encuentran en el hecho de que en mayo de 1982, la CEE concedió un crédito de 600 millones de dólares americanos para el desarrollo de parte del proyecto minero de los Carayas, que darían un suministro de mineral a precios estables a los países de la CEE permitiéndoles mantener su competitividad internacional. Para desalojar estas selvas de indios "peligrosos", que no hacen sino defenderse de los sistemáticos ataques de que son objeto, se contratan compañías de "pistoleros" que realizan el trabajo sucio de matar a los indios de la zona. El pantano del río Tucurul desplazará a 3600 indios de varias tribus, inundando 216.000 hectáreas, incluyendo 100.000 ya adjudicadas por el gobierno a los indios Panekaná. Esta tribu que fuera contactada por primera vez en 1940, vivió aislada hasta la construcción de la Transamazónica en 1976. Su población de 1940 a 1970 ha decrecido hasta solamente 227 individuos que son los últimos supervivientes a los contagios y enfermedades de los hombres blancos además de la agresión violenta.
Esta tribu, hoy desorientada por los grupos pacificados, ha cambiado sus hábitos de vida y subsisten ya solamente del subsidio del gobierno, puesto que los lugares donde han sido realojados no tienen caza ni pesca, por, lo que están muriéndose de hambre actualmente.
Otra tribu ya diezmada como la de los antes orgullosos hombres "xixonno" están siendo envenados ante algunos programas de defoliación y herbicidas locales. El agua, antes limpia y llena de peces, de sus ríos está siendo poluida por los productos químicos.
Actualmente, casi todas las 27 zonas reconocidas legalmente como territorio indio, con los derechos registrales a la propiedad en favor de agrupaciones indígenas o agencias gubernamentales indias, están siendo invadidas y los indios, poco a poco, aniquilados.
El Banco Mundial ha concedido recientemente otro crédito por 443 millones de dólares para programas de carreteras en Amazonia. Este proyecto afecta a más de 10.000 indios de 30 grupos distintos que vieron sus vidas amenazadas por la inminente agresión de las constructoras de viales.
En medio de todos estos intereses de supuesto desarrollo están los indios, quienes proclaman que la derecha les ve como obstáculo para el desarrollo y el progreso y la izquierda intenta sustituir su legítima reivindicación a su identidad étnica por una aparente liberalización y conciencia do clase utilizando muchas veces sus derechos humanos en pro de ideas que remotamente pueden aproximarse a sus verdaderos intereses.
Sin embargo, todavía hay campo para la esperanza y esto se puede comprobar por la campaña de SURVIVAL INTERNATIONAL Francia realizó contra Braselfa, filial de Elf Aquitanie. Esta compañía produjo importantes explosiones sísmicas en el territorio de los indios Satee-Mave abandonando detrás de sí cargas explosivas, que provocaron importantes perdidas en el entorno animal, vegetal y cultural de la zona. El prestigioso antropólogo francés Simone Dreyfus-Gamaleon, después de realizar una comprobación "in situ" pudo conseguir que la compañía petrolífera indemnizara a los Sateé-Mavé y a los Menderucú por las perdidas humanas habidas en lugar. Asimismo Braselfa, subsidiaria de Elf Aquitanie, abandonó aquel territorio.
Otro de los logros de SURVIVAL INTERNATIONAL ha sido realizando "lobby" en el Banco Mundial y hasta ahora se han paralizado la concesión de 256 millones de dólares hasta realizar estudios por antropólogos cualificados para evaluar la incidencia del proyecto industrial del Polo Noroeste, sobre los indios del lugar. Estas y otras actividades similares permiten un cierto optimismo a pesar de las dificultades que la defensa de la causa indígena tiene en el mundo hoy.
Los esfuerzos que esta organización internacional realiza no son baldíos para conseguir, poco a poco, pequeños resultados y como ejemplo a seguir están las polémicas sufridas en otros países de profunda tradición indígena como Australia, cuando hace sólo unos pocos meses se ha devuelto a los aborígenes la Meseta Ayers, en el Parque Nacional de Uloró. Esta meseta era la roca sagrada, equivalente a Jerusalén para los católicos y la lucha encarnizada del movimiento indígena australiano ha podido restituir lo que les pertenece.
En Estados Unidos son muchos los casos de reservas indígenas, hoy en día inviolables y este derecho a la propia tierra para los indios es lo que les permitiría decidir su futuro. Sin ello, la causa indígena no dejará de ser un movimiento romántico de un puñado de antropólogos, misioneros e idealistas que pretenden luchar contra 2.000 años de historia.
En el umbral del siglo XXI el hombre tiene que haber aprendido algo de su historia, debe reconocer la justicia en los derechos; de las mayores minorías del planeta que todavía subsisten atemorizadas ante el progresivo avance del hombre blanco que parece que sigue queriendo, con esa antropofagia más primitiva que la suya, devorar ávidamente a las últimas cultura de hombres libres y felices del mundo.
Al menos el hombre occidental debería escuchar algunos de los mitos de los indios amazónicos, por ejemplo, una de las leyendas de los kamayura en Parque Nacional del Xingú dice que los grandes árboles de selva; llamados padre o madre por otras tribus, sujetan toda la estructura del cielo. Si esos árboles se cortan completamente, el cielo se desplomará sobre todas las tribus de la Tierra. Quizá sea eso lo que pueda suceder con el holocausto biológico que estamos produciendo. Desde la Segunda, Guerra Mundial hasta nuestros días hemos arrasado el 50 por ciento de las selvas del mundo, quizá el cielo pueda estar ya tambaleándose sobre nosotros, si hacemos caso de la leyenda de los indios kamayuras. Nepal ha perdido ya un 60 por ciento de su lujuriosa selva subtropical al arrancarse y talarse los árboles, las grandes lluvias monzónicas arrastran mas de 10 toneladas de tierra fértil, antes sujetada por las raíces de los árboles, por cada media hectárea de terreno. Al perderse la tierra fértil, los cultivos decrecen progresivamente (por ejemplo, en Nepal el cultivo del arroz ha descendido un quinto en los últimos cinco años, las cosechas de maíz se han rebajado en una tercera parte y el 60% de los niños nepalíes están ahora aquejados de hambre. Pero esto es sólo una de las consecuencias de la deforestación, pues otro es que la tierra fértil arrastrada por las lluvias cae en los grandes ríos, especialmente en la cuenca del Ganges, que sube de nivel alarmantemente cada año produciendo nuevas y mayores inundaciones cuando llega la época de las lluvias. (En 1978, 65.712 poblados fueron inundados).
Esto se repite en todo el mundo cada año. India pierde debido la deforestación 12 billones de toneladas de tierra fértil cada año, Indonesia 770 millones. La tierra que cae desde los Himalayas y es arrastrada por el Ganges está formando una nueva isla en el golfo de Bengala.
Al arrancarse y talar los árboles, el agua se va con ellos con los efectos por todos conocidos. Probablemente todos los Estados de la Unión India sufrirán sequía en los próximos 10 años. Kuala Lumpur, la capital de Malasia, uno de los lugares de mayor selva del mundo ha sufrido ya racionamiento de agua, mientras que Banckok se hunde cada año a mayor velocidad que Venecia. Las autoridades Indias han llamado a la alarma por este grave problema de la sequía, la misma que origina hoy el hambre en Etiopía, porque, entre otras razones, el 50% de las selvas de Etiopía ha desaparecido en los últimos 30 años y el país pierde 1 millón de tierra fértil al año.
Pero, además la deforestación crea aridez a escala local y regional. En Kalimantan del Este, Borneo (Indonesia) un incendio devastador ha acabado con toda la selva durante 10 meses. Se han perdido mas de 7 billones de dólares en maderas preciosas.
Por otra parte existe el efecto llamado del espejo: las selvas son grandes superficies oscuras y de gran volumen y como tales absorben el calor del sol; al ser reemplazadas por plantaciones siempre mas claras y con menor volumen, reflejan la luz del sol a la atmósfera, recalentando zonas de la misma y alterando de esta guisa la climatología a miles de Km. de distancia. Además al producirse esto aumenta el anhídrido carbónico en la atmósfera, el gas atrapa el calor del sol que, al recibir más calor hace que las lluvias decrezcan y al calentarse la atmósfera eventualmente puede suceder que los casquetes polares se deshieles, inundando, consiguientemente, algunas ciudades costeras. Las consecuencias de estos efectos en la climatología, y el medio ambiente son, desde luego, imprevisibles y sugerir algunas de ellas, sería, posiblemente, aventurado, pero, desde luego, es bastante posible que los indios kamayuras tengan razón en sus mitos y leyendas y el genocidio que estamos generando y la destrucción de sus habitats puede que termine por caerse el cielo que es sujetado, como dice la leyenda, por los "padres" y "madres" de la creación, los grandes árboles.
Protegiendo a los padres y madres de la creación, los grandes árboles, protegeremos también a los indios, verdaderos bibliotecarios del archivo del saber tan inmenso que todavía esconde la selva como hemos visto.
El hombre moderno tiene que rescatar y cambiar el signo de la historia que lleva tras sí y saber aprovechar la riqueza que otras culturas pueden darnos. Acabando con ellas, terminando con la diversidad de otras especies y del equilibrio de las grandes selvas, el hombre moderno esta produciendo dentro de su mundo una hecatombe difícil de valorar.